Se trata de un protocolo de actuación para profesionales que trabajan con mujeres y menores que puedan ser víctimas de violencia de género que garantiza la protección social de cada una de las víctimas de violencia de género; dando una respuesta individual a cada víctima de violencia de género, integrando las medidas de protección social adecuadas a su situación personal y necesidades, que se gestionarán a través de un expediente único. Además, dicho protocolo contempla los mecanismos para su seguimiento y evaluación